EL CAMORRO DE CASTAÑAR
Esta vez nos aventuramos a conocer el Camorro de Castañar de Ibor, con sus 1150m, que subiremos con no mucha dificultad aunque con un poco de pendiente puesto que estamos a unos 700 en el pueblo, mas concretamente en la plaza, de la que comenzamos la mayoría de las rutas y esta no iba a ser menos. Descubrimos multitud de fósiles entre otras cosas y para finalizar, la bajada la hicimos algo mas complicada, pero al final conseguimos nuestro objetivo con un poco de agobio y cansancio ya en el cuerpo.
Como he dicho anteriormente partimos de la plaza del pueblo sobre las 9 de la mañana como acostumbramos a hacer y nos dirigimos por los Castañares hasta El Postuero, recorrido que ya hemos hecho para subir a Los Castaños Centenarios y Calabazas, pero no bajamos, sino que nos adentramos por un camino a la derecha que nos subirá directamente hacia nuestro destino.
Este camino no es muy tosco puesto que vamos entre robledales y estos nos dan sombra, también a la derecha se adivina un arroyo o riachuelo ahora seco donde encontramos pequeñas presas de agua de las cuales desconocemos su uso pero esperamos averiguar en breve.
Seguimos caminando y en breve, tras una pendiente un poco mas pronunciada, alcanzamos un punto de descanso en el que aliviamos un poco las piernas y la sed que ya empieza a hacer mella y donde empezamos a encontrar los primeros fósiles que veremos ya en todas y cada una de las piedras con las que nos vamos topando, sorprendiéndonos cada cual un poco más que la anterior. Avanzamos en nuestro camino y, aunque parándonos a ver una multitud de fósiles y la insólita arena que simula la del desierto o la playa, llegamos a un punto donde paramos a comer mientras admiramos las vistas que ya hemos empezado a percibir.
Pero, aunque duro, fue una aventura inolvidable que nos hizo pensar la capacidad que tenemos y la fuerza que debemos sacar muchas veces para alcanzar nuestro fin. La distancia es de km y la duración fue de unas 6h y media aproximadamente debido al camino de bajada bastante complicadillo que hicimos.
Seguimos caminando y en breve, tras una pendiente un poco mas pronunciada, alcanzamos un punto de descanso en el que aliviamos un poco las piernas y la sed que ya empieza a hacer mella y donde empezamos a encontrar los primeros fósiles que veremos ya en todas y cada una de las piedras con las que nos vamos topando, sorprendiéndonos cada cual un poco más que la anterior. Avanzamos en nuestro camino y, aunque parándonos a ver una multitud de fósiles y la insólita arena que simula la del desierto o la playa, llegamos a un punto donde paramos a comer mientras admiramos las vistas que ya hemos empezado a percibir.
Después de recargar energías continuamos y en breve alcanzamos los 1150m tan esperados de nuestro destino :el punto más alto del Camorro. La bajada, como he citado antes, se nos hizo mas dura por sus abruptas casqueras y su poblado bosque, pues no seguimos una senda marcada sino que nosotros mismos fuimos abriendo camino entre la maleza para alcanzar el camino que parecía que se nos iba alejando cada vez más puesto que no sabíamos exactamente por donde íbamos y las fuerzas ya iban decayendo.
Pero, aunque duro, fue una aventura inolvidable que nos hizo pensar la capacidad que tenemos y la fuerza que debemos sacar muchas veces para alcanzar nuestro fin. La distancia es de km y la duración fue de unas 6h y media aproximadamente debido al camino de bajada bastante complicadillo que hicimos.
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